El tatuador Patricio Pioli se convirtió en el primer condenado por un delito de pornoextorsión en el país, acusado de los delitos de coacción y lesiones leves calificadas tras el marco de la viralización de un video íntimo de su expareja, Paula Sánchez Frega, en medio de una feroz trama de violencia de género.
Pioli, tras una causa iniciada hace tres años en la que fue encarcelado con prisión domiciliaria, recibió cinco años de prisión efectiva tras una decisión del Tribunal de la Cámara Tercera en lo Criminal y Correccional, presidido por la jueza Edith Agüero junto con los magistrados María Petrillo y Fernando Romero. La misma pena había sido pedida por los fiscales acusadores.
En la audiencia ante el tribunal, luego de que su abogado anunció que recurriría el fallo en Casación, Pioli desafió a los jueces: alzó un cartel que decía “corruptos”, escrito en letras rojas. Entre otras medidas, le impusieron que cumpla con un tratamiento psicológico.
“Estamos contentos, ha sido un esfuerzo de años, para Paula ha sido muy empinado atravesar este proceso, no ha sido fácil, con reiteradas declaraciones. Hemos podido sobreponernos a estas cuestiones. Esta sentencia es justa y es lo que corresponde”, señaló a Infobae el abogado querellante Sebastián Andrada tras el veredicto. El tatuador también deberá pagar los honorarios de Andrada de acuerdo a la sentencia, poco más de 129 mil pesos.