Uno de los casos más resonantes de los últimos tiempos, que ha padecido y sigue padeciendo en carne propia la presión de tener una figura esbelta, un rostro soñado y una imagen de “modelo a seguir”, es sin lugar a dudas el de Cande Tinelli.
La hija del popular conductor televisivo, pasó de ser considerada “parte del problema”, a procurar también ser parte de la solución, ya que desde su rol de influencer se puso al hombro la bandera de la concientización, tras haber atravesado situaciones límites con su propio cuerpo.
Tiempo atrás, Cande conmovió a todos con un posteo en sus redes, al contar que padeció una grave enfermedad desde los 15 a los 27 y a raíz de ello es que buscó crear conciencia: «Todas somos hermosas, con unos kilos de más y de menos».
En sus redes se muestra día a día con una figura que a fuerza de ejercicios y constancia ha logrado conseguir, pero ante sus imágenes suele recibir más críticas que halagos, ya que la acusan de estar ligando el éxito a la delgadez y generando de ese modo estándares poco realistas, que sólo alimentan la presión de un modo exagerado en torno al físico.
En los últimos tiempos, si hubo alguien que desde su popularidad en las redes quiso concientizar a sus seguidores sobre la importancia de dar atención a los problemas alimenticios, ella fue sin dudas Dani La Chepi,quien tiempo atrás confesaba a corazón abierto: “Estoy flaca porque tengo anorexia nerviosa y eso no está bueno”.
La influencer habló sobre el trastorno alimentario que padece y llamó a tomar conciencia sobre la cultura de la delgadez, de ese modo reveló que padece este trastorno de salud y aprovechó para concientizar a sus seguidores al respecto, con impactantes declaraciones tales como: «La anorexia nerviosa es algo con lo que yo convivo, me decían ‘ay que bueno que te puedas poner las calzas de tu hija, es lo bueno de tener talles chicos’, ¿Qué es lo bueno de eso? ¿No tener fuerzas para levantar a tu hija? No hay nada de bueno en eso».