(Por Ciudad Noticias): Queriendo vincular el proceder acorde a la situación de irresponsabilidad de algunos que decidieron arbitrariamente juntarse en el parque municipal de Pigüé Fortunato Chiapara, los gremios Central de Trabajadores Argentinos (CTA) regional Saavedra y Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba), con sendos comunicados pretenden detenerse en el proceder policial y no en los infractores al protocolo de distanciamiento social obligatorio por el coronavirus.
Fotos, testimonios, videos pulularon por las redes sociales y por Ciudad Noticias (CN) sobre la juntada clandestina hasta altas horas de la madrugada en el principal paseo público que posee el distrito de Saavedra.
Los incidentes escalaron a partir de la desobediencia de unos pocos alcoholizados y violentos que en ningún momento acataron lo que auxiliares de la justicia estaban pidiendo a los concurrentes.
Los hechos que se tornaron virulentos, dejó a un agente policial lesionado y un móvil dañado, en medio del desborde que los uniformados sufrieron ante la turba de iracundos que no querían cesar en las hostilidades y muchos menos retirarse del parque.
Para CTA y Suteba se trató de un caso de “violencia institucional”, cuando en realidad imposible dicha situación porque los sucesos de público conocimiento fueron en el espacio verde a la vista de una gran cantidad de testigos. También buscan comparar el correcto accionar de la fuerza de seguridad con situaciones realmente acreditadas de apremios ilegales, pero lejos está de ese cuadro lo registrado el último domingo por la madrugada.
La policía distrital no cometió represión sino impidió la continuidad de acciones fuera de la ley y ante la superación de gente sobre cantidad de efectivos, hasta tuvieron que retirarse para resguardarse de los ataques a los que varios policías fueron blanco.
Está claro que en medio del incidente un sujeto fue detenido con imputaciones ya publicadas en CN, y con intervención de la ayudantía fiscal por resistencia, atentado contra la autoridad y daño.
Los mismos dirigentes de los gremios educativos que fogonean comunicados en la que se pretende mal informar de supuestos excesos, son los que han cubierto un verdadero delito como la denuncia de violencia de género atribuida al hijo de una integrante local de Suteba.
Buscar hacer demagogia con un suceso que podría haber terminado trágicamente, si la policía no intervenía acorde a la situación, no condice con esa contracción a la enseñanza que debieran predicar en tiempos de pandemia, donde miles de alumnos quedaron excluidos del sistema por la pereza y modorra de los educadores que optan por la comodidad de un cargo y dirigir desde un sillón.