Rubén Allende, representante del Partido Obrero y del Frente de Izquierda de los Trabajadores en Coronel Suárez, apoya el proyecto presentado por los diputados Romina del Plá y Nicolás del Caño, que proponen que la cerealera Vicentin pase a manos de los trabajadores y que los actuales propietarios paguen la deuda con sus bienes personales.
De todos modos, Allende dijo que el PO pretende limitar la actuación del Estado.
«Estamos de acuerdo con la expropiación, pero queremos una comisión fiscalizadora formada por los trabajadores y pedir la liberación del secreto bancario para descubrir el manejo fraudulento de la empresa”, aseguró.
“Vicentin toma los granos que le venden los productores, los procesa, los exporta, los cobra y recién después le paga al productor agropecuario. Ahí se produce el problema de fijar el precio, con una economía devaluatoria e inflacionaria de la Argentina”, explicó.
“Vicentin toma los granos que le venden los productores, los procesa, los exporta, los cobra y recién después le paga al productor agropecuario. Ahí se produce el problema de fijar el precio, con una economía devaluatoria e inflacionaria de la Argentina”, explicó.
El PO plantea la expropiación de todas las empresas del holding Vicentin y reconoce que las deudas deben pagarse, cumpliendo con el pago de salarios a los trabajadores y con el convenio colectivo de trabajo.
“Tenemos temor de la letra chica del acuerdo, porque siempre los trabajadores terminamos pagando las crisis. La izquierda (sic) ya había presentado el proyecto del impuesto a las grandes fortunas que, al final, no fue tratado. Ahora esperamos que no suceda lo mismo”, dijo.
El dirigente defiende la intervención del Estado, pero para que la empresa quede en manos de los trabajadores.
“El Gobierno dice que expropia la empresa, pero sucede como con YPF/Repsol, que nos dijeron que el Estado la recuperaba y nos terminó costando U$S 5.000 millones a todos los argentinos”, admitió. (Agencia Coronel Suárez).