(Por Ciudad Noticias) Hace unos días el Senado convirtió en ley el aborto en Argentina y las voces a favor por la avanzada oficialista sobre la Constitución Nacional que contempla el derecho a la vida desde la concepción, razón que ya originó que un juez federal de Salta habilite la feria para tratar una acción de pedido de inconstitucionalidad, “sobrecitos” Walter Ditrich, se muestra popular, progre y devenido a feminista, olvidando que durante el 2020, ocultó dos hechos de violencia de género.
El también “decano del periodismo” se define como “pañuelo verde” a todas luces y sin ponerse colorado: su mismo medio – usado- por los que le dejan “sobrecitos” y no con una cartita justamente, ocultó un terrible hecho de violencia de género, involucrando el año pasado al hijo de la gremialista pigüense, profesora y maestra Valeria Visotsky, es autoridad provincial del sindicato de trabajadores docentes Suteba, representante de la CTA de nuestra región, miembro de la agrupación Mayo y vice presidenta del consejo escolar del distrito de Saavedra.
La víctima de violencia de género, se contactó con semanario Reflejos y no halló eco a su respuesta de publicar una nota acerca del calvario que debió soportar con el hijo de la dirigente. Pero no es casualidad: “el decano del periodismo”, “ sobrecitos” fue una clara censura y complicidad con el denunciado, pasándose por donde no le da el sol, las políticas de prevención, erradicación y sanción a los actos contra la mujer.
Ditrich es un serial cómplice de múltiples sucesos irregulares en diversos planos, pero hoy nos abocamos a los derechos que dice sustentar, tras la aprobación de la ley del aborto en nuestro país.
También, omitió el brutal ataque sufrido por la saavedrense Alejandra Cerda y su hija, en un tremendo hecho, donde Cerda tuvo un fuerte golpe en el rostro, estimando la víctima que su agresor le pegó con la culata de una pistola o revólver.
Madre e hija no pudieron expresar lo que les había tocado vivir, porque deliberadamente “sobrecitos” optó por el silencio de lo acontecido.
Ditrich, negador de que la vida es desde la concepción, se contradice cuando también saca la bandera de defensa a los derechos humanos, pero sin embargo, no piensa lo mismo de lo que está explícito en la Constitución. Elige otra vez, el camino de la cobardía.
Dice en su publicación el “decano”: “…Y deja de ser un derecho sólo para las mujeres ricas”. Hay una idea fija para “sobrecitos”, asociar todo con el dinero. Sin embargo, las mujeres que sufrieron violencia pidieron poder expresarse en el semanario, y prefirió hacerse el distraído. Mejor estar fuera de foco, para que la realidad según su lente- se vea borrosa-, por más que los hechos lo pasen por encima. Pero una imagen vale más que mil palabras.