(Por Ciudad Noticias): María Victoria Forni, o «Marivita» como todos la conocían en su querido Saavedra, partió a los 81 años, dejando un profundo vacío en la comunidad. Su vida, marcada por una vocación inquebrantable, fue un símbolo de la educación de vanguardia.
Durante años, el inconfundible Renault 4L celeste, emblema de la familia Forni, la llevaba diariamente a Dufaur, donde comenzó como docente y luego se convirtió en directora de la EEP Nº9 Juan Bautista Alberdi. Con un corazón lleno de proyectos y un entusiasmo que nunca decayó, educó a generaciones enteras de ese pueblo, que hoy llora la partida de quien siempre fue conocida como la “maestra de la sonrisa”.
Afable, bondadosa, solidaria. «Marivita» supo anteponer el sacrificio personal, recorriendo cada semana kilómetros de caminos para enseñar con tiza y pizarrón. Siempre dispuesta, siempre presente. Una docente de esas que dejan huella, no solo por su labor en el aula, sino por su entrega constante.
De perfil bajo, quizás su legado no fue reconocido como merecía en su momento, pero su humildad y nobleza hablaron más fuerte que los aplausos. Atenta a las necesidades de los demás, ayudaba en silencio, como lo hicieron sus padres durante décadas al frente del querido almacén de la calle 25 de Mayo, que atendía Mario “Poroto” Forni.
En 1972 “Marivita” fue protagonista de una historia familiar que sigue siendo recordada. Fue ella quien, en su auto, llevó al hospital local a la madre del director de Ciudad Noticias, Pablo Daniel Peralta, el día del nacimiento de unos de sus hermanos.
En aquel entonces, las puertas del hospital, que luego llevaría el nombre de “Dr. Miguel Svarch”, estaban abiertas para recibir nuevas vidas.
Hoy, “Marivita” ya no está físicamente entre nosotros, pero su memoria quedará para siempre grabada en el corazón de todos los saavedrenses.