Un hombre fue condenado hoy en Santiago del Estero a tres años de prisión en suspenso en un juicio abreviado por haber violado el aislamiento social, preventivo y obligatorio para asistir a reuniones entre conocidos y familiares desde las que generó una ola de contagios de coronavirus en la provincia.
Luis Ávila, conocido como el «caso 41» en Santiago del Estero, fue declarado culpable de infringir los artículos 203 y 205 del Código Penal, al violar las normativas del aislamiento social, preventivo y obligatorio en este contexto de pandemia.
La audiencia fue virtual y se realizó con el acuerdo entre el fiscal Sebastián Robles y la defensa de Ávila, a cargo de Francisco Palau, y la aprobación de la jueza de Control y Garantías, María Pía Danielsen.
«Se llegó a un acuerdo con las partes para realizar este juicio abreviado», detalló a Télam el fiscal de la causa y añadió que se lo imputaba por «propagación culposa de una enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas» que se prevé en la última parte del artículo 203.
En ese sentido, el fiscal Robles indicó que Ávila, «a pesar de hacer los controles, nunca respetó el aislamiento. Tal es es así que los médicos le indicaron que hiciera reposo, pero nunca se cuidó y contagió a su exmujer, hijos y otras personas».
El fiscal detalló que, en un principio, tenía la figura de delito doloso, pero fue cambiado a culposo, porque si bien se comprobó que estuvo en diferentes reuniones, la enfermedad la propagó a sus contactos estrechos.
Robles reflexionó que es importante que la comunidad «respete las medidas del aislamiento» y en el caso de tener síntomas «deben aislarse para evitar la propagación y comunicarse con el 107 y las autoridades del Ministerio de Salud, que son quienes le indicarán los pasos a seguir», y de esa forma evitar por un lado los contagios y por otro incumplir con la ley.
El caso de Ávila tuvo repercusión nacional en agosto, cuando el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, señaló que en la provincia, los contagios de coronavirus se producían por «personas que han hecho reuniones sociales».
El martes 4 de agosto, el mandatario santiagueño tomó como ejemplo el caso de Ávila para pedirle a los ciudadanos que «sean responsables» para evitar la propagación de la enfermedad.
Ante el caso positivo en coronavirus número 41, Zamora informó públicamente que 94 familias estaban aisladas por sus vínculos con ese paciente (Ávila), entre los que se contaban «dos médicos y dos gendarmes».
«Esta última persona que se contagió hizo todo lo que no se tiene que hacer», señaló el mandatario provincial y detalló las inconductas de Ávila: «Con fiebre y síntomas, anduvo en asados y reuniones. No se privó de nada. Los contagios vienen por personas que han estado haciendo reuniones sociales», remarcó el gobernador en una conferencia de prensa.
El gobernador aseguró que su administración tomará «las medidas restrictivas necesarias», aunque «se enojen las personas que le secuestren el auto, los comerciantes que le clausuran el comercio y los políticos que dicen que se violan garantías constitucionales».
Al hacer referencia a este caso que puso en alerta y movilizó a personal de salud y policial para resguardar a las personas, expresó que no se sabe «dónde se contagió, pero el día 27 se sintió mal y el primer médico le recetó algo y el hombre siguió andando con síntomas».
«Hasta que el domingo cae en el hospital Independencia, algo que no se puede hacer», ya que «cuando alguien se siente con síntomas de COVID-19 [debe] llamar al 107. Que no vaya a buscar un médico amigo, ni siquiera al hospital, debe quedar en su casa aislado», remarcó.
Además, Zamora agregó: «Todavía no sabemos qué hizo durante los 15 días anteriores, porque no nos explica bien».
«Tuvimos que pedir a la Justicia y por parte de la policía ya se secuestraron dos celulares para saber qué hizo y poder avanzar en la investigación epidemiológica. Es una batalla que debemos llevar adelante entre todos, es mala la demasiado confianza y bajar la guardia», reflexionó.
Finalmente, pidió «por favor, a todos los santiagueños» que «hagan la vida que están haciendo pero cuidándose, y consideró que «no es necesario hacer reuniones porque están prohibidas», porque «pueden suceder cosas lamentables cuando no hay cuidados». (Télam)