Quien se hacía llamar «rey de la carne» en los ´90, está condenado a 4 años de prisión por integrar una asociación ilícita dedicada a evadir impuestos.
Alberto Samid, el empresario de la carne condenado en una causa por evasión, protagonizó otro escándalo al violar la prisión domiciliaria y terminar siendo echado de un restaurante por un grupo de comensales.
Quien se hacía llamar «rey de la carne» en los ´90, está condenado a 4 años de prisión por integrar una asociación ilícita dedicada a evadir impuestos.
Luego fue beneficiado con la prisión domiciliaria por problemas de salud, pero venía siendo cuestionado por sospechas de incumplimientos.
Hoy, fue reconocido por varios comensales mientras almorzaba en un restaurante de la localidad de Ramos Mejía, en el partido de La Matanza.
Estaba junto a otros dos hombres en una mesa del local «Paja Rota», en Avenida de Mayo 836, de esa localidad del oeste bonaerense.
Ante las protestas de dos clientas, Samid y su dos acompañantes abandonaron el lugar, abucheado por otros comensales.
Gabriela, una de las mujeres que grabó el video y escrachó a Samid, dijo en declaraciones al programa Pan y Circo, conducido por Jonatan Viale en radio Rivadavia, que el episodio fue «muy triste, porque la Justicia pareciera que no actúa en este país».
«Nos encontramos con que en el mismo lugar donde almorzábamos estaba el señor Samid, que como todos sabemos está sentenciado por asociación ilícita, tiene prisión domiciliaria y, evidentemente la está incumpliendo», se quejó.
Explicó que al detectar la presencia del empresario de la carne, se acercaron con una amiga a la mesa donde estaba para preguntarle por qué estaba incumpliendo la domiciliaria.
«Las dos personas que lo acompañaban nos miraban con mucho desagrado, increpándonos, y le dijimos si no le daba vergüenza. No me gusta compartir mi vida con delincuentes por la calle, lo hice por mis hijos, no por mí», explicó.
Dijo que uno de los acompañantes de Samid la increpó «mal» y reveló que el empresario de la carne vive a «seis cuadras» del restaurante.
Se quejó de que la Argentina es «el mundo del revés, se ha transformado en una media dada vuelta, donde los honestos, los ciudadanos comunes, tenemos miedo de estas lacras, que tuvieron toda su vida un comportamiento mafioso y actuaron como cuatreros».
«Un país sin Justicia no puede funcionar. Si cometió un delito, debe cumplir su condena. Por eso me ganó la indignación», relató.
Incluso, Gabriela recordó cuando Samid le dijo «judío de mierda» al fallecido periodista Mauro Viale, lo cual, explicó, la llenó de «indignación». (NA)