La mediática culpó a la edición del programa por hacerla quedar poco auténtica. «Siento que trabajé en una novela», sostuvo.
Además, dijo que sintió un gran alivio cuando se dio cuenta que ese trabajo le hizo mal: “Yo terminé MasterChef Argentina y en todas mis entrevistas era una chica triste diciendo que se sentía vieja y que ya se retiraba del medio. Sentí que terminé una relación tóxica, como esas en las que te sentís fea, mal y oscura”.
Luego acotó: «Me marcó mucho porque siento que no me lo merecía. No merecía una edición así y me sentí muy maltratada. Mostraron una Rocío que no era. Me pasó que me creí lo que estaba viendo y no era así. Yo sigo siendo la misma”.
Respecto a las repercusiones, Marengo contó que hasta sus sobrinos le hablaban. “Mis sobrinos me decían ‘Roci, ¿por qué llorás?’. Lloraba porque me decían barbaridades que después no salían al aire, no porque la comida no tenía sal o azúcar. Había mucha presión porque había llegado a la final en Chile”, reveló.
“Ahora con Marcelo me siento renovada. Es una producción que te motiva. Hoy siento que volví a ser la Rocío que era”, concluyó, diferenciando ambas producciones.