Con su personalidad, tan mentada delante de cámara, surfea por este exitazo de la televisión argentina. Con altibajos, que van desde la alegría a las lágrimas de frustración, así transita Rocío Marengo por MasterChef, el reality que sacude todos los cánones en cuanto al rating.
La mediática aterrizó en el ciclo de Telefe con la presión de haber alcanzado la encumbrada instancia de la final en la edición de Chile. Ese peso en los hombros la tiene acomplejada, ya lo ha manifestado en diversas ocasiones durante los episodios del ciclo.
En algunos capítulos demostró su expertise con buenos rendimientos, mientras que en otros sucumbió ante las dificultades de las propuestas del jurado y generó platos de escaso valor, que le significaron puntajes bajos y la obligación de caer en las galas de eliminación.
“Me sorprende cuanta gente envidiosa, resentida y mala existe. Prefiero alejarme de Twitter porque me hace mal”, contó Marengo.
Dentro de esa oscilación constante entre la diversión y el llanto, Rocío anunció una decisión muy drástica, que se vincula con la extrema visibilidad que cosechó el reality. ¿Qué pasó? Marengo saltó a la arena de su cuenta de Twitter para comunicar su tajante determinación.
“Hola si tenés buena onda, te invito a seguirme en Instagram”, comenzó la mediática en su explicación, que causó sorpresa por doquier. En cuanto a los argumentos de esta movida, de esa clausura de su perfil digital, la blonda aseveró: “Dejo Twitter porque me parece re agresivo“.
En esa despedida del mundo virtual de la red del pajarito azul, Rocío agregó más detalles de lo que le molestó, lo que la sacó de su eje y la empujó a asumir esa decisión. “Me sorprende cuanta gente envidiosa, resentida y mala existe. Prefiero alejarme de Twitter porque me hace mal. Chau chau buena vida para todos“, escribió.
Probablemente las críticas de los usuarios a su desempeño en MasterChef alcanzaron un punto álgido, un límite de saturación. Lo positivo es que sus fanáticos podrán seguirla de cerca en Instagram, para estar al día de su cotidianidad.
FUENTE; PAPARAZZI