El intendente de San Isidro se anotó en la carrera por conducir al radicalismo provincial y ya se postula como candidato para las elecciones de autoridades que el partido tendrá en octubre de este año.
Muy crítico a la actual conducción del radicalismo de la Provincia, encabezado por Daniel Salvador, ex vicegobernador de María Eugenia Vidal, Gustavo Posse se posiciona con peso político por su experiencia no sólo en la gestión de San Isidro sino como histórico armador.
El intendente de San Isidro conversa seguido con Martín Lousteau, con quien comparte la visión de renovar el liderazgo de la U.C.R. dentro del espacio opositor de Juntos por el Cambio.
Las intenciones de Posse quedaron evidenciadas en un flyer que circula desde hace semanas en grupos de whatsapp, que militantes radicales viralizaron en sus redes, y que lo postulan para presidir el partido centenario en la provincia de Buenos Aires, en reemplazo precisamente de Salvador.
En línea con Lousteau, Posse asegura que le pretende imprimir al radicalismo mayor vigor y liderazgo, haciendo valer el despliegue territorial radical a lo largo de toda la Provincia. En público y en privado, el jefe comunal repite que Juntos Por el Cambio fue una alianza en el Congreso, en donde el radicalismo acompañó las distintas iniciativas del entonces gobierno de Mauricio Macri; “pero el radicalismo no fue parte del Gobierno, no fue parte de la toma de decisiones del ejecutivo, y eso no puede volver a pasar”, advirte.
En línea con el endurecimiento del discurso de Posse, a comienzos de año los legisladores provinciales que le responden –Walter Carusso y Fernando Pérez– junto con los peronistas Martín Rodríguez Yelpo y María Elena Torresi, y Guillermo Bordon (alineado a Emilio Monzó), formaron un bloque en la legislatura bonaerense llamado Cambio Federal.
Desde ese bloque advirtieron que no habría alineamiento automático en las votaciones de Juntos por el Cambio, aunque acompañarían a ese espacio “que votó la gente”. La primera señal de disidencia fue en la votación de la suba del impuesto inmobiliario urbano y rural, en la que Cambio Federal votó en contra del aumento del 75%, a diferencia de los legisladores que responden a Vidal, que acompañaron la iniciativa del gobernador Axel Kicillof.
Otra muestra de enfrentamiento público fue una carta que envió el jefe comunal a los vecinos de San Isidro, en la que denunció que “el resto de los legisladores (los del oficialismo y una parte importante de Cambiemos), votó por un aumento que impacta en un universo mayor de contribuyentes”, en relación a la suba de ARBA.
Posse confía en que tendrá el apoyo suficiente para poder conducir la U.C.R. bonaerense y darle el liderazgo que no tuvo durante la gestión macrista.