«No quiero gastar mi tiempo en tontos inmaduros»: los posteos en Facebook de la mujer asesinada en Tucumán

Poco antes de que su ex marido la asesinara a puñaladas, la productora radial había realizado reflexiones sobre el inicio de una nueva etapa en su vida. El femicida dejó una carta junto al cadáver en la que aseguró que ella lo había «traicionado».

Vanessa Lobo Noble (35) pasó una tarde inolvidable bajo el sol de los valles sin saber que sería la última. Dos días después, su ex marido Walter Orlando Rodríguez (40) fue detenido acusado de asesinarla de 15 puñaladas en la casa que compartían en San Miguel de Tucumán pese a estar separados hace 3 años.

La joven, madre de una adolescente de 13 años, en común con Rodríguez, tenía una reconocida trayectoria en el ámbito radial local, ya que trabajaba desde hace más de 10 años como productora de la emisora LV12.

El miércoles anterior al crimen, Lobo Noble había subido una foto suya a la red social Facebook durante una escapada a Amaichá Del Valle, en la que escribió «levántate, suspira, sonríe, y sigue adelante». Ese fue su último mensaje antes del femicidio.

Días antes, el 23 de enero, había publicado otro mensaje con una connotación similar: Lobo Noble hizo referencia al inicio de una nueva etapa de su vida, en la que buscaba bienestar.

«Ya no quiero mensajes sin contestar, quiero mensajes de amor y preocupación. Ya no quiero promesas falsas, quiero acciones reales, demostraciones de afecto y apoyo verdadero. No sé si consiga a esa persona pero te aseguro que ya no quiero gastar mi tiempo en tontos inmaduros que no saben lo que quieren, bajo esas circunstancias prefiero mi propia compañía«, había indicado la mujer con fotos suyas.

Otro posteo, publicado del 11 de enero, dice: «Solía pensar que lo peor de la vida es terminar solo. No lo es, lo peor es terminar con gente que te hace sentir solo».

Familiares de la mujer habían apuntado a Rodríguez como el autor del femicidio, ya que la relación no estaba bien. Pese a estar separados hace 3 años, ambos vivían con su hija en la misma casa, en la calle Dardo Molina al 800, en el barrio San Felipe de la capital tucumana.