El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, fue claro y contundente respecto de los pedidos que llegan desde diferentes puntos de la provincia, para «flexibilizar» la cuarentena y permitir algunas actividades productivas y comerciales a las ya autorizadas por el gobierno nacional.
«De ninguna manera se puede «pasar a una flexibilización del aislamiento social obligatorio para evitar contagios de coronavirus», dijo, añadiendo que, en esta instancia, es preciso «pasar a una profundización con una cuarentena administrada».
Varios jefes comunales escucharon los pedidos de sus vecinos empresarios y accedieron a ampliar las actividades en sus distritos, como lo han dispuesto Maximiliano Suescun (Rauch), Pablo Petrecca (Junín), Javier Iguacel (Capitán Sarmiento), Juan Carlos Gasparini (Roque Pérez) o Eduardo Campana (General Villegas), entre otros.
Sin embargo, alguno jefes comunales se alinearon detrás de los reparos que ponen el gobernador y el presidente Alberto Fernández, y han sido categóricos en rechazar la idea de abrir el grifo del movimiento de gente.
Uno de los más reacios a liberar actividades fue el intendente de La Plata, el macrista Julio Garro, quien aseguró que “tenemos casos confirmados de coronavirus y es, además, una ciudad muy grande”, adelantando que no considerará ninguna opción que signifique ablandar el aislamiento.
En el mismo sentido se expresó el alcalde de General Viamonte, Franco Flexas (Juntos por el Cambio), quien fue categórico al señalar que «ya que se hizo este esfuerzo, tirarlo ahora sería contraproducente”.
«Después de haber hecho este esfuerzo en todos lados, los intendentes vamos a pagar todos los costos: desde el parate económico hasta si se produce un caso. Ya que se hizo este esfuerzo, tirarlo ahora sería contraproducente”, manifestó en sus redes sociales.