La actriz contó que llama misofonia, es un problema neurológico que se trata, pero no tiene cura y lo padece desde niña
En el marco de la emisión del primer capítulo de Muñeca Brava dentro de los especiales de Telefe, Natalia Oreiro dialogó con Santiago del Moro en el primer programa de Juntos podemos lograrlo.
Tras un repaso por el éxito que protagonizó junto a Facundo Arana, luego de abordar el tema de la cuarentena y su presente amoroso y familiar, la actriz terminó contando la extraña enfermedad neurológica que padece desde pequeña y que no tiene cura.
«Un día trabajé con vos y le cuento a la gente que sos fóbica a los chicles. Me pediste que me lo sacara de la boca», recordó Santiago. Entonces ella aclaró: «en realidad no es una fobia, sino una enfermedad neurológica. Se llama misofonia y se traduce como odio al sonido».
Al respecto, detalló que «el 7% de la población la tiene y no lo sabe. Es una de las enfermedades llamadas como ‘raras’ y está diagnosticada desde hace unos pocos años. Yo la tuve toda mi vida y no lo sabía. Pensaba que era loca y mucha gente me miraba como que yo era snob o histérica. Al principio no entienden por qué me molesta el chicle, pero luego se supo que no es algo psicológico. Y que no tiene cura».
Consultada por Santiago, la uruguaya explicó: «El chicle para mí es como el punto máximo. Pero hay varios ruidos que a los que padecemos esto nos hace daño. La lapicera por ejemplo es otro de esos sonidos que me generan ansiedad, palpitación, sudor frío, y no puedo concentrarme en otra cosa que no sea eso. No es un toc sino es una enfermedad neurológica».
Además contó que en el ámbito donde trabajaba se habla del tema y quienes la conocen saben de su problema: «En el circuito de trabajo se corre la bola de ‘mirá, no le mastiques chicle que se vuelve loca’, pero yo me tomo el trabajo de explicarles que no es un problema de ellos, sino que es un problema mío. Que me disculpen y que no lo puedo controlar».