Muerte de Maradona: habló Leopoldo Luque y aseguró que no tiene «miedo de ir preso»

El neurocirujano, imputado por la muerte de Maradona, brindó una entrevista este lunes en la que pidió disculpas por los polémicos mensajes que trascendieron.

Muerte de Maradona: habló Leopoldo Luque y aseguró que no tiene «miedo de ir preso»

A casi seis meses de la muerte de Maradona, el neurocirujano Leopoldo Luque, imputado en la causa que investiga el deceso, rompió el silencio y por primera vez brindó una entrevista en la que se refirió al fallecimiento, la junta médica y los excesos del “Diez”.

«Me avergüenzo de algunos mensajes que mandé. Me arrepiento y pido perdón a la familia y a la gente que lo quería mucho», sostuvo el médico en la entrevista con Telefe Noticias, y añadió: «Sigo operando. El trabajo en si no cuesta, cuesta levantarse a la mañana».

Según Luque, Maradona «no estaba en pleno uso de sus facultades mentales», que el operativo montado en la casa de del barrio San Andrés de Tigre no era una internación domiciliaria y que pudo haber tenido «más chances de sobrevida» si hubiera estado en una clínica.

En este sentido, el especialista aseguró que Diego “murió de un evento cardiológico agudo”, mientras que sobre la junta médica, señaló que “hay errores muy marcados”

“Yo soy neurocirujano, tenía una buena relación con Diego y jamás me adjudiqué rol de cardiólogo o de clínico. Yo lo llevé dos veces a hacer chequeos para que los especialistas lo evalúen. En vida no tenía ningún síntoma. Nunca lo vi hinchado como dijeron», se defendió.

Leopoldo Luque está imputado en la causa por la muerte de Maradona. Al respecto a la investigación, sentenció: “No tengo miedo de ir preso”.

Sobre su relación con el ídolo, el médico aseguró que no era parte de su entorno, y contó: «Estoy pagando mi casa todavía. Diego me quería comprar una moto y yo no quise».

«Jamás pensé que se iba a morir. El objetivo era asustarlo para lograr un beneficio para Diego», confesó el neurocirujano, y agregó: «Yo nunca lo vi insano. Tenía trastornos transitorios por el consumo de alcohol. Los otros médicos me decían ‘salí de ahí pibe, que es para quilombo’».