(Por Ciudad Noticias): “Una prensa libre puede ser buena o mala, pero sin libertad, la prensa nunca será otra cosa que mala” trazó Albert Camus.
La visión del ensayista, novelista y periodista francés décadas atrás, está más vigente que nunca con el auge del periodismo mercenario en el distrito de Saavedra. Queda reflejado con el ataque sistemático al exdirector de Ciudad Noticias (CN) sin precedentes, casi parecido al que armó el poder político para denostar a la exconcejal María Elena González de Rivas “Malena” por una infortunada frase sobre la localidad de Goyena, mientras un cámara la grababa sin que ella supiera y luego filtraron el material, sepultando las chances de la profesora en la carrera por la intendencia.
Es de público conocimiento, aunque los medios que pretenden ser los dominantes del partido de Saavedra no lo han informado, hace seis meses la fiscal Marina Lara dictaminó el archivo de la causa 02-00-00-3606 /19 /00,contra Pablo Peralta. Para desazón de los mismos, que durante semanas gastaron energías y tiempo en transmisiones live por redes sociales, tinta y letra en pasquines, jugaron a emular Cámara del Crimen y hasta supusieron un desenlace con un guión típico de Netflix, también el juez de garantías Guillermo Mercuri ordenó a través del Ministerio Público que la policía de Saavedra devuelva computadoras, tablets, y otros dispositivos al comunicador.
Un peligroso antecedente
La maquinaria funciona de acuerdo a los sobres que cada medio o periodista pueda recibir: el auge del periodismo mercenario no nace con la infamia montada en febrero de 2019 contra el exdirector de Ciudad Noticias (CN) y Frecuencia Zero, donde el circo desplegado en ese tiempo contó con la misma ingeniería de la que fue víctima la reconocida dirigente justicialista María Elena González de Rivas, conocida como “Malena” , cuando aspiraba alguna vez a llegar a la intendencia, pero el “fuego amigo” la marginó de sus aspiraciones en un plan que contó con un ideólogo, cómplices y sobres con dinero por doquier para que el improperio salido de la boca de Rivas sea divulgado por los medios que a posteriori recibirían plata a cambio de la divulgación que quedó registrada allá en octubre de 2005.
En la grabación de un spot publicitario realizado en la localidad de Goyena, que tuvo una notable repercusión, la entonces candidata –junto a otros dos dirigentes locales– del Frente Para la Victoria, dijo «hay que arar estos pueblos de mierda».
Ese fragmento de la cinta fue emitido por el canal de cable de Saavedra y, posteriormente, el camarógrafo que había realizado la grabación denunció que se la habían robado de la sala de edición. El escándalo tuvo mayor escalada cuando el hijo de Malena, intentó agredir al que había grabado esa secuencia.
Nunca existió un robo, todo había sido organizado bajo las penumbras del poder, el mismo que reeditó las técnicas con su brazo ejecutor Diego Marezi, secretario de gobierno en 2019, y que luego ante la incompetencia demostrada ante el intendente Hugo Corvatta por no poder sostener la peor calumnia e injuria que también afrontó 15 años antes Malena Rivas, el devaluado abogado Marezi salió eyectado de un patadón del gabinete municipal.
A pesar de que algunos hechos se exponen y explican imparcialmente gracias al trabajo de periodistas que mantienen estoicamente su compromiso con la tozudez de los hechos, lo cierto es que un grupo creciente de “comunicadores” tienen como especialidad las mentiras o las medias verdades acomodadas. Este ejercicio periodístico actúa en función de lineamientos dictados por políticos embebidos entres las mieles del poder y se sirven de los recursos del pueblo para pergeñar un plan nefasto y macabro para acallar la única voz disidente a las gestiones de gobierno de turno.
Las marionetas
Así los malabaristas funcionales al poderoso que cuenta con sus marionetas se insertan en la radio, la televisión y la prensa digital y escrita. Son los mismos que con cierta facilidad usan con una pasión, el sospechoso término “independiente”. Hemos aprendido a ver esta falsa independencia como un medio muy eficaz de engañar, mentir y falsear o distorsionar los hechos objetivos.
Los medios de comunicación de esta época componen un conglomerado de intereses de los políticos que se sientan en el despacho de Ciudad de Rodéz 73 en Pigüé, de allí sale la mayor tajada para que puedan seguir funcionando, operando, mintiendo. Algo que jamás Ciudad Noticias y Pablo Peralta dejaron enceguecerse por esa “pauta publicitaria” que es como firmar un pacto con Lucifer. Desde ese sillón se montó un andamiaje para chantajear, toma y daca bajo cualquier precio.
El buen periodismo, la certificación de fuentes y la inexorable aplicación de todas las voces, no son parte de la mayoría de los que se desempeñan en la prensa de nuestra comarca. Esa verdad de perogrullo ha sido suplantada por la presentación maquillada, con mucha frecuencia terriblemente distorsionada, de los hechos. Este cambio fundamental, siendo sumamente lucrativo para los que se prestaron a divulgar mentiras desde el minuto cero sin siquiera haber dado oportunidad de réplica, es también vergonzosamente descarnado en su modelo expositivo y altamente pernicioso en sus efectos sociales. Y no necesariamente refiere a ese puñado que fueron arriados cómo hacienda hasta el domicilio de Peralta, sin importarles que en el inmueble no había nadie y que solo los efectos negativos se lo inocularon al padre del periodista que había sido blanco de una descarnada campaña en su contra.
El tiro salió por la culata
Los medios para lograrlo debieron aplicar una especie de doctrina de la verdad no revelada que consiste en la “preparación” de los acontecimientos o de las infamias según las necesidades del gobierno de turno que es el que pone la plata y usa a todos aquellos que supieron recibir un favor, cualquiera sea.
Lo que hicieron fue un proceso de desinformación o manipulación de la conciencia social, pero el tiro les salió por la culata. Basta con revisar los archivos fílmicos o fotos, mismas pruebas que son presentadas ante la justicia civil y en lo penal, que los que se movilizaron , ni más ni menos recibieron arteras críticas cuando Peralta tenía su programa radial, donde ventiló una multiplicidad de hechos irregulares.
¿Y el periodismo de investigación? , bien, gracias. El periodismo mercenario les impone un techo, no hay posibilidades de que traspasan los límites del distrito. No hay creatividad, no hay pasión, solamente buscan un rédito económico. Han olvidado las fuentes y el derecho a la réplica, queriendo hacer un periodismo acomodaticio. Luego se muestran cómo los decanos del periodismo y comunicación.
Ciudad Noticias siempre se caracterizó por ser no oficialista, sin importar color político que gobierne.
El periodismo crítico está en la orfandad, en el ostracismo. Los medios del partido de Saavedra, son menos libres que nunca y, en muchos otros sentidos, los periodistas también. No es extraño que algunos de ellos terminan sucumbiendo a las ofertas de remuneraciones a cambio de falsear la información, mentir y que luego el tiempo borre todo: no será así, porque deberán en caso de corresponder, dar explicaciones por las demandas iniciadas en las instancias civil y penal.
Estamos viviendo la moda del periodismo mercenario, pero no nació en el 2019, hace 15 años el mismo fue contra Malena Rivas.