¡Libertad, libertad,libertad!

(POR CAROLINA PAPANDREA PARA CIUDAD NOTICIAS):  25 de Mayo. Suena el himno, nos ponemos la escarapela, comemos locro y pastelitos. Día con cierto aire de libertad, esa que conseguimos hace 210 años, pero que tuvo valor ante los ojos del mundo un tiempo después…

Y aunque ni nuestros abuelos habían nacido para entonces, nosotros repetimos casi de memoria todos los años la misma historia; esa única que nos enseñan desde chicos en la escuela, sin grises, sin matices, pero con ganas que contagian gracias a la magia de las palabras de un buen narrador.

Si bien nos cuesta mirar hacia atrás e imaginar cómo era la vida en ese momento, hemos conseguido algo más que la libertad de los españoles: nuestra propia cultura. Construida por una suma interesantísima entre los pueblos originarios y la mezcla de grande países europeos, pero que al fin y al cabo nos hace bien argentinos.

La del mate, el tango, el asado y los mil motivos para festejar, porque nunca nos falta la ocasión… pero este año estamos lejos de sentirnos libres; hoy nos encontramos “esclavos” del -nombrado hasta el cansancio- “virus invisible”.

Es imposible percibirnos independientes cuando para caminar por la calle tenés que conseguir un permiso, cuando no podés abrir tu negocio y vez como, -no tan- de a poco, todo lo que te costó esfuerzo y trabajo se desmorona por una gripe mortal. Cuando no podés abrazar a tu familia y perdiste la cuenta de la última vez que te sentaste en algún bar con tus amigos.

Y no, no me estoy revelando a este nuevo sistema como lo hicieron nuestros antepasados, aquella semana de mayo, pero sí estoy segura de que hoy no hay nada que festejar.