Ya se invirtieron más de 12.400 millones de pesos. Hasta el momento se habilitó el tramo de autopista que va desde los kilómetros 17 al 36.
A cinco años del comienzo de los trabajos, y con un grado de avance que desde lo porcentual es virtualmente del 60% y que en la práctica –es decir, cuando se transita- solo despierta buenas expectativas, la esperada autopista de la ruta nacional 33 entre Bahía Blanca y Tornquist está cada día más cerca de ser una realidad.
De hecho, desde hace ya un buen tiempo que en determinados tramos –cada vez más- se está transitando parte de la nueva traza, con un mayor ancho, mejor delimitada y sin tantas fallas ni los vicios con que contaba la traza que venía siendo utilizada.
Las estimaciones que se realizan desde el Distrito 19 de Vialidad Nacional, con asiento en Bahía Blanca, es que sobre fin de año estén los dos tramos ya en funcionamiento.
La obra es financiada por el gobierno nacional, con una inversión que –reestimaciones inflacionarias mediante- supera ya los 12.400 millones de pesos, con un avance exacto del 59,84%.
Actualmente, las principales tareas que realiza la firma concesionaria Decavial SA se focalizan en la construcción de la carpeta asfáltica, mientras se ensancha y repavimenta la calzada existente que será parte de la traza de la obra.
Además, se está desarrollando el desmonte para iniciar la construcción de la calzada y el mantenimiento integral de todo el tramo con bacheo y corte de pastos. Entre los trabajos que se desarrollarán durante los próximos días, se destaca la ejecución de terraplenes, sub base y base granular, así como la ejecución de terraplén armado y la colocación de escamas de hormigón.
Por el momento se encuentra habilitado el tramo que se extiende desde el kilómetro 17 hasta la progresiva 36. En julio, en tanto, se prevé habilitar la nueva calzada a partir del 11,5. De esta manera, se indicó desde DVN, comienza a tomar forma el proyecto que transformará la conexión productiva de una gran parte del Sudoeste.
La obra, que genera 112 puestos de trabajo, contempla la ejecución de 103 alcantarillas transversales y 28 laterales, así como la construcción de cinco intercambiadores –a distinto nivel– tipo diamante para el acceso a las calles vecinales y retornos. Unos 4.500 vehículos circulan por la traza en forma diaria.
“Estamos muy contentos de poder avanzar, ya que para nosotros tiene un impacto no solo en la seguridad vial de las personas que transitan por el lugar, sino que además dinamiza la economía regional gracias a las fuentes de trabajo que genera y a los insumos que se utilizan, que son provistos por empresas de la zona”, aseguró el titular dle Distrito 19 de Vialidad Nacional, Gustavo Trankels.
Son unos 33 kilómetros entre la rotonda de Bosque Alto y el distrito de Tornquist, que tendrá una vinculación fundamental con la autopista Paso Urbano, que también se está ejecutando en estos momentos. Ese punto, la rotonda, es justamente uno de los puntos más complicados del proyecto integral, ya que en ese lugar se construirá un intercambiador a distintos niveles.
“Una vez finalizada, esta obra va a tener un impacto positivo, no solo en la seguridad vial, sino también en la actividad económica, turística y productiva de Bahía Blanca, de Tornquist y de toda la región”, agregó. LA NUEVA