(Por Ciudad Noticias): Tremendo relato de Julio Beltrán, personal de salud que narró por primera vez lo que sucede en nuestro distrito y que verdaderamente es para reflexionar ya que cada palabra, tiene un peso muy fuerte.
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El personal de salud se está agotando…
La pandemia, sin dudas, modificó la forma en que vivimos todos y esta modificación es más notoria en las labores extra e intra hospitalarias, donde el trabajo diario ha sufrido un cambio radical con la consiguiente adaptación de todo el personal a la nueva normalidad en que viven.
Pre pandemia las tareas eran acordes a estándares y protocolos pre establecidos para manejo de trauma, coronarios, respiratorios, etc. Pero esos protocolos fueron modificados o adaptados a la nueva realidad, se sumaron más cuidados, se agrego el uso de Equipos de Protección Personal, los cuales resultan incómodos, dificultan la visión, la comunicación y hacen casi imposibles tareas que parecían simples antes de esta bendita pandemia ¿Alguna vez se imaginaron lo dificultoso que puede resultar colocar un catéter dentro de una vena con un protector facial totalmente empañado?
El equipo de Salud se vio sometido a nuevas modalidades de trabajo, se adapto tan rápido como pudo, pero siempre los cambios generan confusión y cierto rechazo. Pero esta vez no tuvo tiempo a cuestionamientos o adaptaciones graduales. Todo fue de prisa y sin opciones.
El ambiente, el medio, el espacio físico se modificó de pronto, ocasionando un cambio en la forma en que veían su lugar de trabajo….si, otra adaptación violenta y sin tiempo para asimilar los cambios.
Los que trabajan en salud saben que la muerte es una probabilidad, pero ahora los casos aumentan y ellos lo saben, lo ven, ven a la familia saludar a un ser querido mientras ellos ya predicen cual es el destino. Hoy, a diario, son testigos de tantas despedidas silenciosas que prefieren callar.
El personal de salud se está agotando. Si, se está agotando pero no sólo del trabajo físico. Se está agotando de saber que ya no hay más camas disponibles, de saber que pueden contagiarse en cualquier momento conociendo los riesgos, se esta agotando de intentar dormir y no poder, de escuchar el BIP de la bomba de infusión o la alarma de los respiradores aún dormidos.
Pre pandemia ellos sabían que un politrauma, un ACV, un infarto representaba riesgo eminente para el paciente y podia ser víctima de su propia muerte, sabían que ellos no corrian mayores riesgos, salvando algunos casos aislados de violencia. Hoy, el personal de salud atiende un paciente sabiendo que ellos mismos corren más riesgo que el propio paciente.
El personal de salud desde hace un año trabaja bajo presión constante, no descansa, le cuesta conciliar el sueño…
Tratemos de no normalizar lo que no es normal, el pánico, el trastorno del sueño, los flashback, los pensamientos negativos, los cambios de humor no deben ser parte de nuestras vidas.
Hoy el personal de salud necesita de todos y debe ser cuidado y escuchado para evitar daños mayores.
Cuidemos a quienes nos cuidan