Luego de reconocer días atrás que se estaba viendo con su ex, la actriz se refirió al vínculo que lo une con el último ganador del Bailando.
Flor Vigna sorprendió hace unos días al develar que su vínculo con Nicolás Occhiato estaba más fuerte que nunca pasando la barrera de la amistad que cosecharon por los largos años en pareja. Sin embargo, a los pocos días desmintió en las redes que tenga ganas de salir con alguien. En medio de las idas y vueltas, la bailarina y actriz se volvió a referir a su ex pareja y develó cuál es el vínculo actual, además de confesar su deseo de ser madre.
«Nico es una persona tan linda en mi vida que en un momento nos volvimos un poco “uno”. La separación nos dio como mucha responsabilidad en el desarrollo individual. En ese proceso entendimos que habíamos hecho lo correcto. En las entrevistas se suele mezclar todo, porque también entiendo que el mensaje no es claro. Nos dimos cuenta de que, al responder, nos limitaba la “etiqueta”. Cuando se habla de nosotros enseguida se nos encasilla en un lugar. Y en realidad, después de un andar, descubrimos que lo tendríamos que determinar solitos y que tal vez la respuesta final sea “una amistad”, que no podemos adelantarnos a una certeza diciendo “es un amor”. Estamos de acuerdo con que sería inmaduro acelerar este proceso que vivimos. Hoy en día cada uno está bien por su lado. Recibiremos de la vida lo que debamos», expresó en diálogo con Revista Gente.
fines de septiembre, Flor fue consultada por Marcelo Polino sobre Nico Occhiato, el ganador del Bailando: «A ver, con Nico sí nos estamos viendo ahora, obviamente también hemos tenido encuentros de nuestros cuerpos. En un momento quisimos decir ‘si no somos novios, no somos nada’ y nos extrañamos mucho, pero realmente somos los mejores amigos el uno del otro. Pasó algo familiar en casa de uno, nos lo contamos y…ahora nos vemos de vez en cuando, pero no estamos en una relación. Eso lo dirá el tiempo».
Más allá de su relación con su ex pareja, no esquivó la pregunta por la maternidad y develó que su deseo está latente: «Tengo clarísimo que la maternidad no realiza a una mujer, pero es una experiencia que quisiera atravesar a mis treinta o mis cuarenta, ¿por qué no? Y sobre el matrimonio… Siempre fui de hacerme mucho la cabeza, de pre-pensar demasiado las cosas. Pero mi nivel de conciencia de hoy no es el mismo de cuando estoy enamorada. Así que lo dejo al “fluir”, sin condicionar ningún presente. Casarme no es ni fue el sueño de mi vida, aunque tampoco estoy negada. Es un deseo que tal vez dispare “la” persona».
Por último, habló del cambio espiritual que realizó en la cuarentena: «Más allá de haber aprendido a escucharme, creo que tiene que ver con que estoy creciendo. Comencé mi carrera a los dieciocho, en pleno descubrimiento de un montón de aspectos como mujer y como profesional. Crecí a la par de la exposición. Haber estado guardada en cuarentena potenció el hecho de que todo sea para mí. Mi compañía era y debía ser yo. Aprendí a amarme. Me enamoré de mí, aunque suene ególatra