La multinacional tecnológica anunció que el legendario navegador dejará de ser compatible con Windows.
Microsoft le puso fecha definitiva al fin del soporte de Internet Explorer 11: la última versión disponible de su tradicional navegador dejará de poder utilizarse en el 2022. Por consecuencia, dejará de recibir soporte, lo que significa que ya no será compatible con servicios en línea como OneDrive, Outlook y Office 365, según se informa.
«La aplicación de escritorio Internet Explorer 11 será retirada y el 15 de junio de 2022 dejará de ser compatible con ciertas versiones de Windows 10», detalló en un comunicado.
En los últimos años, la compañía ha venido evidenciando su alejamiento del IE, a medida que su cuota de mercado se ha visto disminuida y opacada por competidores más rápidos y seguros. Desde entonces, Microsoft ha considerado a Internet Explorer como una solución de compatibilidad, en lugar de un navegador. Es por ello que actualmente alienta a sus usuarios individuales y corporativos a optar por Microsoft Edge, al que busca posicionar como una alternativa «más rápida, más segura y más moderna».
“Microsoft Edge tiene el modo Internet Explorer (“modo IE”) integrado, por lo que puede acceder a esos sitios web y aplicaciones antiguos basados en Internet Explorer directamente desde Microsoft Edge”, informó la compañía estadounidense.
Finalmente, aclaró que la retirada del soporte de Internet Explorer 11 no afectará a las aplicaciones del navegador basadas en servidores o al canal de servicio a largo plazo de Windows 10 (LTSC), ni tampoco al motor MSHTML (Trident).
Microsoft Edge apareció en 2015, preanunciando el final de IE como navegador predeterminado. No obstante, una de sus principales características es su preocupación por la compatibilidad con antiguos sitios web y aplicaciones ‘heredadas’ que se basan en IE, motivo por el cual incluye un «modo Internet Explorer» que permite acceder a ellos y que admite viejos controles ActiveX, que hasta el día de hoy siguen siendo utilizados por muchas empresas.
«Proporcionamos un camino hacia el futuro de la web, sin dejar de respetar su pasado. El cambio era necesario, pero no queríamos dejar atrás portales y aplicaciones confiables que aún funcionan», manifestó Microsoft.