De Pasión de sábado a vendedor ambulante: la nueva vida de La Tota Santillán en cuarentena

La pandemia del coronavirus cambió los planes de todo el mundo. Pero principalmente de aquellos cuya actividad está ligada al arte y el mundo del espectáculo. Este es el caso de Daniel La Tota Santillán, un hombre que ha dedicado su vida a la música y la televisión. El reconocido conductor, que estuvo al frente de Pasión de Sábado entre el 2002 y 2005, y luego hizo lo propio en varios otros ciclos de la música tropical, como Pasión Popular Tropicalísima TVha tenido que reinventarse para superar este momento tan particular.

Según él mismo contó a Juan Etchegoyen en Mitre Live, cuando se decretó la cuarentena obligatoria en la Argentina no lo dudó y empezó a buscar vías alternativas como vendedor ambulante para generar ingresos junto a gente de su confianza: “Comenzamos a hacer tapabocas y barbijos, hicimos un montón. También nos dedicamos a vender guantes, insumos de la sanidad y alimentos no perecederos. Los repartíamos en la camioneta.

El  conductor dejó en claro que no se trató de un desafío tan grande como podría parecer, ya que a lo largo de su vida ha realizado trabajos de diferente índole. En su relato, detalló que también vendió ropa y trabajó en una carnicería. “Y ahora estamos armando un autocine para la gente”, agregó, sobre uno de sus proyectos.

Además, se refirió a la reacción de los clientes cuando lo reconocían vendiendo los productos. “Me encontré con la gente y me decían ‘Vos sos La Tota’ -recordó-. ‘Sí, soy La Tota’, les respondía, y nos saludábamos con distanciamiento. Hasta he hecho un programa desde La Plata. Me iba hasta allá y durante el día salía a vender guantes, carne. No tengo problema, yo lo hacía”.

 

ser consultado si tiene temor por estar en la calle en esta situación, La Tota respondió de manera afirmativa y recordó con tristeza la muerte de su amigo el padre Bachi, a fines de agosto, después de luchar dos meses contra el coronavirus: “Siempre tuve precaución. He tenido amigos y familiares que se han contagiado. Me ha pasado que perdí a un amigo, como el padre Bachi. Cuando me enteré de que se había muerto no lo podía creer. Tenés miedo a que te roben, a contagiarte, a todo… Te encontrás en las redes sociales con que te dicen ‘mirá, che, se perdió un amigo…