Cristina fue por Alberto y va por Massa

La Vicepresidenta le puso su sello a la reforma judicial en el Senado. Y le apunta ahora a la Cámara de Diputados.

En diez días, la Argentina retrocedió diez años. Con esa capacidad asombrosa que ha desarrollado el país para volver sobre sus peores pasos. La agenda del poder en 2020 se parece cada vez más a la epopeya breve del vamos por todo de 2010. El trayecto explosivo de la reforma judicial en el Congreso le permitió a Cristina Kirchner retomar con gran facilidad el centro absoluto de la escena política.

En la semana anterior, con la ofensiva que lanzó en el Senado, la Vicepresidenta logró dos objetivos. Le imprimió su sello a un proyecto que habían diseñado la ministra de Justicia, Marcela Losardo, junto a la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, y al asesor Gustavo Beliz. La cláusula contra la prensa, que retiró apenas antes de la votación y los cambios de última hora en el dictamen para poder designar a un millar de jueces y fiscales, dejaron en claro quién era la verdadera dueña de la iniciativa.