(Por Ciudad Noticias): Al conmemorarse el Día del Agente Penitenciario este jueves, múltiples mensajes se viralizaron en redes sociales y por WhatsApp. Una fecha especial de reflexión y regreso a las memorias de los saavedrenses de un vecino más, de una gran persona y el primer director que tuvo la Unidad Nº19 de Saavedra, Carlos Ignacio Uzarralde.
Si bien el 15 de septiembre de 2003 es la fecha que pasó a las mejores páginas de la historia de Saavedra, ya que aquella jornada se dio a conocer la extensa lista de los designados hombres y mujeres que iban a ser parte de las filas del Servicio Penitenciario Bonaerense ( SPB), donde la localidad de 2000 habitantes se paralizó para seguir la edición especial de Labor Informativa que emite el canal local: pero hoy todos recuerdan al primer jefe del establecimiento carcelario del pueblo.
Carlos Ignacio Uzarralde, inspector general ( retirado) , siempre cerca de aquellas generaciones a las que formó con una plana mayor que estaba a la misma altura de su perfil y sus pretensiones: años dorados fueron bajo la conducción de Uzarralde.
Había elegido a los mejores para que lo ayuden a poner en marcha una cárcel , que no tenía personal aún instruido.
En Uzarralde se reflejaba la buena gente detrás suyo, no había término medio. Trajo los mejores recursos humanos para que el personal designado en 2003 a diario recibiera las academias en las calles de la ciudad, con base en el edificio del exbanco Coopesur.
Carlos Uzarralde, se relacionó como un saavedrense más, a puertas abiertas en su despacho oficial y la de su casa. Un noble hombre que junto a su familia fue guía para aquellos que habían encontrado un futuro laboral , luego de tantos años de incertidumbre y una comunidad que se apagaba , con el éxodo de los jóvenes y el cierre permanente de fuentes laborales.
El “jefe” demostró sus años de gestión ser una buena persona, gran consejero y de una calidad humana muy difícil de hallar dentro de las fuerzas de seguridad. Hoy no se olvidó de sus “chicos y chicas” que entraron al SPB, a casi 18 años de aquel acontecimiento trascendental.
Una persona que habría sido clave si continuaba unos años más en la cárcel, pero a fuego sagrado marcó su paso . Así es la carrera de un gran jefe, de un ser que siempre se preparó y ya acogido al retiro siguió capacitándose con una licenciatura en Seguridad.
Llegó a la jefatura central del SPB, fue el tercero en la cadena de mando antes del merecido descanso.
Por eso , ojalá que la dirigencia fomentista y política se iluminen para darle en vida a Uzarralde el reconocimiento que merece: una imposición de su nombre el Casino de Oficiales o Plaza de Armas de la cárcel saavedrense, sería muy justo, para él, y todo el personal promoción 2003, que bajo su estricta y celosa custodia, dotó de valores a los primeros cuadros de la institución enclavada al pie de las sierras, llegando por la avenida San Cayetano, en honor al Patrono del Pan y el Trabajo, que al fin de cuentas, fue la salvación para centenares de familias.
¡Gracias Carlos Ignacio Uzarralde!. Saavedra lo saluda.