Del 29 de diciembre a la fecha, Argentina vacunó 1.005.665 personas y sólo 292.664 recibieron la inmunización completa. En la Provincia, se distribuyeron 669.805 dosis pero se dio la mitad: 333.144
Hasta ayer -fecha en la que como se dijo se cumplieron dos meses de la primera dosis aplicada en el país-, el Monitor Público precisaba que en Argentina se habían distribuido 1.738.410 vacunas, de las cuales más de 700 mil aún esperan para poder ser aplicadas. Para ser exactos, según los últimos datos oficiales, 732.745 dosis.
Como también se dijo, el número de vacunas aplicadas no equivale a la cantidad de personas que completaron la vacunación completa, ya que, salvo la vacuna de Johnson & Johnson, en todas son necesarias dos dosis para alcanzar el máximo de inmunización.
La diferencia entre las vacunas distribuidas y las aplicadas también puede observarse en la provincia de Buenos Aires, donde hasta el momento se entregaron 669.805 pero se aplicó poco menos de la mitad: 333.144 dosis.
Es, según reconocen los propios infectólogos que asesoran al Gobierno, un número bajo, sobre todo si se tiene en cuenta las expectativas generadas inicialmente y, además, si se lo compara con otros países.
“Lo que más me preocupa es que no llegamos a vacunar lo que habíamos prometido -admitió esta semana el infectólogo Eduardo López-: 4 millones de dosis en enero de la vacuna Sputnik V y 14 millones en febrero. No han llegado y ahora no vamos a poder evitar una nueva ola de contagios”.
ENTRE LO PROMETIDO Y LA REALIDAD
Si bien el día que comenzó la vacunación en nuestro país se aseguró que entre enero y febrero habría 10 millones de argentinos vacunados, el Gobierno debió salir a corregir sus propios dichos a mediados del mes pasado y difundió un cronograma oficial en el que prometía esta vez otras 4,7 millones de dosis de la vacuna Sputnik V para antes de enero. Sin embargo, Argentina sólo recibió 1.220.000 dosis y debió suspender así la inmunización prevista, entre otros lugares. Cierto que gran parte del mundo hubo problemas con la producción de vacunas.
Las expectativas oficiales son las de contar con 50 millones de vacunas para mitad de año, lo que permitiría la vacunación de 25 millones de personas. Sucede que el retraso en la producción y entrega de la vacuna rusa obligó a poner en pausa los planes de vacunación de las diferentes jurisdicciones y, al menos por ahora, dejar de dar fechas que luego no se terminan cumpliendo.
En diciembre, recordemos, Rusia cumplió con la entrega de las 300 mil primeras dosis (llegaron al país el 24 de diciembre). El 15 de enero arribó el segundo vuelo con otras 300 mil dosis del segundo componente de la Sputnik V, en tanto que el tercero trajo al país un cargamento de 240.000 dosis (de las cuales 20 mil fueron derivadas a Bolivia). El cuarto vuelo trajo 400 mil vacunas, aún muy lejos de los cargamentos que el Gobierno imaginaba y anunció para esta época.
El retraso de la Sputnik V obligó a que las autoridades sanitarias reconfiguraran el plan inicial y miraran hacia China, que esta semana envió un millón de vacunas de Sinopharm para intentar descomprimir y agilizar un proceso de vacunación que viene mucho más lento de lo que se creía.
Ahora, los acuerdos del Gobierno incluyen para los próximos meses 9 millones de dosis comprometidas por el plan Covax, que se aguardan lleguen antes de julio; y 22,4 millones de la vacuna de AstraZeneca y Oxford. Según este último contrato, deberían llegar casi 1,2 millón en marzo, 4,6 millones en abril, 4,6 en mayo, 3,4 en junio y 8,5 en julio.
El caso de la vacuna de Pfizer merece un párrafo aparte. A mediados del año pasado, tal vez se recuerde, el presidente Alberto Fernández recibió en Olivos al gerente general de Pfizer para avanzar en la negociación de millones de dosis contra el Covid-19. Para entonces, la compañía de los Estados Unidos asociada al laboratorio alemán BioNTech concretaba la posibilidad de ejecutar la Fase 3 de la vacuna con 4.500 voluntarios argentinos. Sin embargo, pese a ser el país que más voluntarios aportó a las pruebas, las negociación nunca se cerraron y al país no llegó hasta ahora ni una sola dosis.
“Pfizer nos pidió una Ley de Vacunas, y nosotros cumplimos. Y ahora nos piden otra ley para evitar responsabilidades penales, si las vacunas causan daños físicos. Esa inmunidad jurídica no se la vamos a dar. Ellos son responsables de las vacunas. No es el Estado Nacional. El Estado compra y ellos venden. No entiendo por qué tenemos que darle una norma que los pone al margen de las responsabilidades civiles y penales”, argumentó el presidente en aquel momento.
MÁS DOSIS, OTRO RITMO
Frente a este escenario, ahora el Gobierno espera la llegada de la vacuna china Sinopharm y nuevas dosis de la rusa Sputnik V, que arribarán hoy al país para completar el proceso de inoculación del personal de salud y de los adultos mayores, y comenzar así a otro ritmo con la vacunación de los docentes de cara al inicio del ciclo lectivo.
Esta nueva entrega se produce luego de que el Fondo Ruso de Inversión Directa (RIDF) se comprometiera a regularizar la provisión, tras las reuniones que la asesora presidencial Cecilia Nicolini mantuvo esta semana en Rusia para la normalización de las entregas.
FUENTE: DIARIO EL DIA